Discutir con la pareja por opinar diferente

Tener opiniones distintas es algo normal y eso puede llevar a que las discusiones se conviertan en algo habitual a lo que no prestamos la debida atención.

Las personas pensamos diferente, porque hemos tenido vivencias y educación diferente, situaciones que han ido modelando nuestra manera de analizar lo que sucede a nuestro alrededor. También tenemos una personalidad y una impronta genética que influye en la manera en que pensamos. Todo esto da forma a quien somos, a cómo pensamos en determinados momentos y es válido. Lo mismo le ocurre a nuestra pareja. Su manera de pensar tiene el mismo origen que tiene la nuestra y por supuesto, también es válida.

Opinar diferente, ser diferentes no es el punto de partida de los conflictos de pareja, ni tampoco es lo que origina las discusiones. Hay algunos aspectos concretos que sí son los que dan lugar a que una diferencia de opinión, de pensamiento, de lugar a situaciones en las que incluso podemos llegar a agredirnos mutuamente por temas tan poco relevantes como por qué carretera tomar en una salida, o por elegir en qué casa almorzar el fin de semana, si en la de nuestros padres o en la de nuestros suegros…

¿Sabes qué es realmente lo que hace que se hagan daño al opinar diferente?

  • Darle más importancia a tener razón que a ser razonable.10933717_612578538875590_7023475063444877622_n

¿Por qué una de las partes va a ser dueña de la verdad y la razón y la otra no? Este es uno de los aspectos más importantes a la hora de tener diferencias. Tenemos una certeza demasiado férrea en la manera en que vemos nosotros una determinada situación, creemos que TENEMOS la RAZÓN y eso es necesario imponerlo. Solemos pensar que el otro es tonto, que no se entera, que es ingenuo, que se preocupa demasiado poco por algo tan importante como esto sobre lo que no llega a darnos la razón. ¿Es razonable gritar, menospreciar, faltar el respeto a la otra persona? Y lo peor de todo es que lo hacemos sin darnos cuenta, lo hacemos obnubilados por la confianza…. por aquello de «La confianza da asco». Pues si, estas frases no existen por casualidad…. piénsalo…. ¿Acaso tratarías con esa agresividad a un desconocido? ¿Insistirías hasta que la otra persona desee salir corriendo antes que seguir escuchándote cuando no fuera tu pareja o alguien con quien tenes demasiada confianza? ¿Es razonable que nos faltemos el respeto o que nuestra pareja se sienta herida, agredida, no respetada por el solo hecho de no opinar igual que nosotros en algo?

 

  • Querer acabar la conversación SIEMPRE con un acuerdo o una respuesta.

A veces carecemos de paciencia. Vamos a toda prisa y cuando preguntamos algo queremos una respuesta inmediata, en el momento, sin pensar que quizás la otra persona necesita un poco más de tiempo para pensar antes de decidirse. Por lo general, las personas introvertidas se sienten incómodas teniendo que dar una respuesta sin tomarse el tiempo para reflexionar previamente. Esa es una de las distintas características de alguien introvertido. Solemos hablar con los demás con acuerdo a nuestras necesidades y por lo general con prisa, olvidando cómo es nuestra pareja en cuanto a este aspecto. ¿Y si necesita tiempo para pensarlo? ¿Realmente es tan importante tener una respuesta ahora, ya, en este preciso instante? Piensa… si tu pareja es alguien introvertido es necesario que una vez que le preguntes o plantees algo, le des el tiempo que necesite para evaluar las posibilidades, para pensar con tranquilidad y para darte una respuesta cuando realmente la tenga. Sino, por lo general, conseguirás que te diga: «Hazlo como tú quieres», con lo que poco a poco irá llenando una lista de situaciones en las que se sintió presionado o en las que no aportó su opinión. Pensando en el largo plazo te aseguro que vale la pena MUCHO MAS esperar y tener la suficiente inteligencia emocional como para no presionar a nadie a que nos de una respuesta SIEMPRE.

  • No buscar el momento oportuno para hablar

¿Quieres que tu pareja te escuche, te preste atención cuando hablas de algo importante? ¿Quieres que te comprenda y que de esa charla pueda salir algo concreto, un cambio, una decisión? Entonces, si eso que vas a decir es tan importante para ti, ¿Por qué no buscas un momento «seguro» para decirlo?

A veces dicen que el momento oportuno no existe, que es ahora, y eso es cierto para muchos aspectos de nuestra vida, como para tomar acción en proyectos profesionales, para nuestro crecimiento personal, para afrontar retos, para hacer esa dieta que cada lunes queremos empezar…. pero desde luego que para hablar algo importante con tu pareja No todos los momentos son oportunos. Es más, podría decirte que hay momentos en los que «seguro» que no conseguirás más que frustrarte y discutir. Cuando nos vamos a la cama puede que nos vengan a la mente situaciones que son importantes y que queremos comentar con nuestra pareja. O que justo cuando está por salir a trabajar se nos viene a la mente algo importante y sentimos la necesidad imperiosa de decirlo. Incluso durante el día, cuando nuestra pareja está tranquila, libre, leyendo el periódico o un libro, podemos empezar a hablar de eso tan importante que tenemos que decirle. Y «seguro» que en esas tres ocasiones no hemos pensado si era el momento oportuno para tener esa charla. Cuando alguien tiene prisa, sueño o está concentrado en algo no suele ser un buen momento para tocar temas importantes. Tampoco para hacerle comentarios que vayan a preocuparle y dejarle tenso. ¿Qué ganamos? La verdad que nada. Cuando necesitamos hablar con nuestra pareja es IMPORTANTE preguntarle si puede hablar en ese momento. ¿Tienes 20 minutos? Me gustaría comentarte algo, es una buena manera de comprobar si aquel es un momento oportuno o si por el contrario será mejor dejarlo para dentro de un par de horas. Recuerda, las apariencias engañan, y aunque a ti te parezca que tu pareja no está haciendo nada, que está libre, es mucho mejor preguntar que lanzarnos a hablar sin haber comprobado su disponibilidad para hacerlo.

  • Continuar a pesar del estado de irritabilidad propio o del otro

10405404_10152788079691006_859347874954079120_nMuchas veces empezamos conversando tranquilamente, hemos buscado el momento oportuno, nuestra pareja estaba dispuesta a hablar, los primeros pasos para iniciar la charla los hemos dado con acierto, pero esa conversación empieza a convertirse en una discusión donde los estados de ánimo se van alterando, donde nos levantamos la voz cada vez más y más hasta el punto de sentir como nuestro corazón se acelera… y puede que incluso nos digamos cosas que nos hieren y de las que después nos arrepentimos.

Cuando algo que habíamos pensado como una charla se empieza a desfigurar y a transformar en una guerra en toda regla es necesario tomar unos segundos para preguntarnos:

¿Gano algo gritando o escuchando a mi pareja gritar?

¿Estamos entendiéndonos o cada uno defendiendo un punto de vista?

¿Nos queremos entender o nos queremos convencer de que cada uno tiene razón?

¿Esta charla es tan importante como para herir a la persona que más amamos?

Desde luego que NO. Ningún tema, absolutamente ningún tema tiene tanta importancia como para agredir, insultar, menospreciar o chantajear a nuestra pareja. Y a pesar de no desear en ningún momento hacer esto, en general, lo hacemos. Como te decía, la «confianza da asco», pues bien, no dejes que ese exceso de confianza que tienes con tu pareja se convierta en el motivo por el que se hacen daño mutuamente solo por no estar de acuerdo en algún punto concreto.

discutir en pareja

 

Es más sabio ser feliz, que tener razón…. porque ser feliz es la verdadera razón de ser.

En una relación de pareja, cuando pasamos del enamoramiento inicial, cuando se acaban las mariposas, es importantísimo no el arte de no amargarse el matrimoniocaer en los errores que amargan el matrimonio. Discusiones constantes, aunque sean por tonterías, van deteriorando la calidad de nuestra relación de pareja. ¿A ti te gusta estar día si y otro también levantándose la voz o dejando las conversaciones a medias para no discutir? Seguro que no y lo mismo le ocurrirá a tu pareja. Recuerda, a veces no discutir no es señal de estar en todo de acuerdo. Muchas veces, el hecho de no tener discusiones es el inicio de una tormenta.
Las personas que ante una posible diferencia de opiniones responden con un: Hazlo como tú quieras, no están compartiendo tu opinión. A menudo se retiran por no discutir pero no están de acuerdo. Pueden creer que contigo no se puede hablar porque todo lo rebates y prefieren darte la razón a fin de evitar el desbordamiento emocional. O incluso puede que se hayan rendido y hayan dejado de intentar comunicar sus diferencias, frustrados por no saber conversar sin llegar a que cada charla se convierta en una discusión y en un nuevo motivo para irse a la cama enfadados.

Se puede (y es mucho más sano) opinar diferente sin llegar a sentir que discutimos. Es posible cambiar una dinámica centrada en los momentos tensos y convertirla en momentos de apertura emocional y de conexión plena con tu pareja, incluso, aunque sigan pensando distinto.

Tener una mejor relación de pareja depende de cada uno de nosotros, depende de la importancia con la que nos tomamos las pequeñas situaciones que vivimos y de la dedicación con la que trabajamos para mejorar nosotros mismos. Si lo deseas, podemos trabajar juntos para mejorar tu relación. NO lo dudes, a veces cuando te decides a hacerlo ya es demasiado tarde.

Viki Morandeira

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