¿Has olvidado Amar?

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Uno de los pasos que damos en el proceso de recuperación de una relación en crisis de pareja es centrarnos en el amor. Cuando una mujer está trabajando conmigo para evitar que una crisis acabe con su matrimonio, parece obvio que ama a su pareja. ¿Pero su pareja se sentía amada? Para trabajar este aspecto de un matrimonio en crisis, tenemos un libro y un test que nos ayudan a enfocarnos en cómo amamos y en cómo se pudo sentir el otro con la falta o el exceso de amor. Una relación tiene dos personas y ambos somos responsables, en un 50%, de que nuestra relación funcione o caiga en la rutina y el desgaste. Pero a pesar de que no depende solo de una persona, si yo hago mi 50% a la perfección, al 100%, entonces mis cambios positivos generarán cambios constructivos en mi pareja. Con esta premisa trabajamos.

Los 5 lenguajes del amor, de Gary Chapman  llegó a mi gracias a una amiga, que al hablarle sobre nuestra crisis de pareja, me lo trajo un día. Más tarde supe que ella ya había pasado por una crisis en el matrimonio. ¿Por qué es útil para salvar saber cómo salvar un matrimonio leer este libro? Porque nos hace prestar atención a un aspecto de la relación que generalmente, en matrimonios de larga duración, es un aspecto que hemos descuidado.

Si mal no recuerdo, en el libro también se incluye un test. A mis clientas siempre se lo envío para que lo puedan realizar y así trabajamos este tema. El test de los 5 lenguajes del amor sirve para poner nuestra atención en un aspecto importante en las relaciones conyugales. Todos los lenguajes del amor son necesarios en una relación, incluso aquel en el que según el test nos pueda haber salido una baja puntuación. La combinación de los 5 lenguajes hace que uno sienta que es amado por la otra persona. Cuando nuestra pareja nos ama utilizando estos 5 lenguajes, nos sentimos amadas. Aunque podemos pensar que «amor» es algo que se siente, en realidad, el amor es algo que se hace, es algo que se acciona. Porque amar no es un sentimiento, sino una acción. Es un verbo.

En las relaciones de larga duración fallamos al conjugar el verbo amar por ingenuidad, por descuido, por que creemos que somos especiales y que aunque a nuestro alrededor la gente se divorcie, eso no nos pasará,  porque nosotros «nos queremos», porque hemos puesto a nuestra relación y a nuestra pareja en un pedestal de perfección y ahí se ha quedado mientras nuestro tiempo lo ocupamos en trabajar, los niños y las obligaciones… Y pensando así, cometemos errores, dejamos de alimentar el amor, dejamos de accionar este verbo.

Las palabras de afirmación no dichas pesan en nuestra pareja. Y si a eso le sumamos que por lo general siempre es más habitual señalar los errores del otro que sus virtudes… aún estamos vaciando más el tanque del amor. Olvidamos decir gracias a la persona que más queremos y se lo decimos a desconocidos… Nuestro diálogo puede estar centrado en problemas y preocupaciones, en lugar de reforzar nuestra autoestima mutuamente con un: ¡Que bien lo haces, Gracias! . La gratitud es también una manera de afirmar a nuestra pareja. 

El contacto físico que al principio de la relación podía ser constante, diario, continuo, con la rutina, las peleas tontas, las obligaciones y el estrés se va limitando a un beso al despedirse y a unos encuentros sexuales que pueden ser cada vez más esporádicos. El cansancio se convierte en una justificación que vemos como obvia para no tener intimidad con nuestra pareja, sin darnos cuenta que eso no hace que la otra persona deje de necesitar o deje de desear ese momento de conexión íntima. Creemos que comprende que estamos agotadas, y si, puede comprenderlo. Pero cuando es algo diario, casi algo constante, la comprensión deja lugar a la frustración, a ese dolor intenso que produce el rechazo. Y esto puede darse en ambos sexos. Aunque se suelen contar chistes en los que a la esposa le duele la cabeza, también se da el caso contrario, quizás en menor proporción, pero existe.

El tiempo de calidad compartido, cuando ambos trabajamos y tenemos hijos, una casa, y estamos quemados porque adaptamos nuestra familia, nuestra pareja, al tiempo libre que nos dejan el trabajo y las obligaciones, ese tiempo, cada vez es más escaso y de menos calidad. La relación se va resintiendo cuando no hacemos tiempo para un paseo juntos o cuando no buscamos un hueco en nuestra agenda para simplemente dedicarnos tiempo de calidad el uno al otro. No hace falta viajar, ni nos sirve como justificación para no amar en este lenguaje, que no tengamos tiempo o dinero. Si ponemos como prioridad nuestra relación y no como  algo seguro, así siempre haremos tiempo y encontraremos la manera de alimentar el amor con tiempo de calidad.

Los actos de servicio, esos gestos de amor con los que le demostramos a nuestra pareja que nos gusta verle feliz, que nos gusta darle atenciones y mimos, los vamos perdiendo por dos motivos, falta de inteligencia emocional y no darle prioridad a seguir atendiendo con amor a la persona que amamos. Falta de inteligencia emocional, que genera discusiones, tensiones, interacciones que no son positivas en el día a día y que hacen que pensemos, si él no piensa en mi, ¿porque tengo yo que pensar en él y llevarle el desayuno a la cama? o yo trabajo igual que él, por qué tengo que cocinar yo siempre. o él nunca hace tal cosa por mi, porque voy a tener que ser yo siempre la que pone más en la relación? O cómo me he enfadado con el porque no ha hecho tal cosa, ahora no hago yo tal otra cosa por él. En lugar de dar más, comenzamos a dar menos y eso vacía el tanque del amor del otro.

Los regalos, incluso aunque la gran mayoría de las personas tienen una puntuación baja en este apartado del test, por lo general también es importante este lenguaje del amor. Si en 20 años juntos o en los últimos años, no hemos tenido detalles, presentes, regalos en fechas especiales, y de pronto en un momento de crisis personal, se encuentran con una persona que es detallista en los regalos, que los escoge y acierta, que se toma el tiempo y el trabajo de comprar algo especial, entonces comienzan a pensar que NUNCA le hemos comprado nada, aunque le hayamos comprado millones de cosas a lo largo de la vida compartida!!!

Este test sirve para conocer nuestro lenguaje del amor y para saber en qué momentos hemos podido reaccionar mal porque nos faltaban gestos de amor de parte de nuestro esposo. Y también nos sirve para analizar en qué momentos nosotras no hemos llenado el tanque de amor de nuestra pareja y cuál ha sido el lenguaje que menos hemos «hablado», que más hemos podido descuidar.

También es importante tener en cuenta que SOMOS DIFERENTES, que las personas no sentimos igual en iguales situaciones. Para una persona puede no ser tan doloroso que haya menos tiempo de calidad o menos contacto físico que el que le gustaría, pero para la otra persona puede ser demoledor, más si está en una situación de crisis de la mitad de la vida.

Para recuperar una relación que se ha visto afectada por una crisis y donde el tanque del amor ha podido estar bajo mínimos, tenemos que tener en cuenta siempre que si hemos actuado en los últimos años de una manera, a nuestra pareja le costará creer que podemos cambiar  y a pesar de comprender y hacer los cambios necesarios para mejorar la relación de pareja, a nosotras nos costará que vea que hemos cambiado. Pero que cueste no significa que no sea posible. Es perfectamente posible, requiere comprender bien lo que ocurre, además de tiempo y paciencia.

Viki Morandeira

Coach Ontológico

Reconstruyendo parejas